

Comenzando por el principio
Desde que nacemos, nuestro cerebro almacena y adquiere conocimientos, momentos, sonidos, y mucho más para asegurarse que va a mantenernos a salvo. Una vez que algo muy malo, doloroso, o atemorizante sucede, nuestro cerebro utiliza una gran cantidad de energía para ayudarnos a salir de esa situación.
Una vez que ya no estamos en peligro, nuestro cerebro necesita tiempo para recuperar la calma, y este proceso puede tardar de horas hasta años, afectando de diversas maneras nuestro día a día. Algunos de los síntomas fisiológicos que se desarrollan durante el proceso pueden ser problemas alimenticios, para dormir, pesadillas, tensiones musculares, reacciones involuntarias a sonidos o movimientos imprevistos. De igual manera podemos sufrir una cantidad de síntomas psicológicos–miedo, ansiedad, depresión, inseguridad, no poder enfocarnos, evitar lugares o personas, pensamientos intrusivos, y más.
Estas respuestas pueden suceder tras experimentar un evento impactante, o cuando ha vivido situaciones peligrosas. Este conjunto de síntomas o respuestas de nuestro cuerpo se llaman síndrome de estrés postraumático o PTSD por sus siglas en inglés.
Tipos de trauma
Así como hay diferentes situaciones que pueden causar trauma, hay diferentes tipos de trauma:
Trauma simple – Cuando un episodio único nos afecta. Un ejemplo común es un accidente de auto.
Trauma crónico – Cuando una persona sufre varios episodios traumaticos similares. Un ejemplo común son víctimas de violencia doméstica o abuso sexual.
Trauma complejo – Cuando una persona sufre de diversos episodios traumáticos en su vida (por ejemplo puede ser alguien que sufrió un accidente de auto, sufría bullying en la escuela y también vivió un acto violento).
Trauma secundario o trauma de segunda mano – Cuando una persona escucha sobre eventos traumáticos de otras personas, o se imagina el sufrimiento que vivió la otra persona. Un ejemplo es ser familiar de un sobreviviente de un evento traumático.
Sin embargo, debido a que todos somos diferentes, una situación puede afectarnos de forma diferente a cada quien. De igual manera, los síntomas de PTSD pueden ser similares pero en diferente intensidad.
Escapando la sombra
“No soy lo que me sucedió, soy lo que decido ser.”
-Carl Gustav Jung
Tras más de cinco años tras la tragedia del 1 de octubre de 2017 es posible que aún personas que se encontraban en el evento apenas están presentando síntomas, e inclusive personas que ya tenían síntomas pero no los habían identificado.
Es importante recordar que nunca es tarde para pedir ayuda. Puede ser difícil el compartir cómo nos sentimos con los demás, pero en el Vegas Strong Resiliency Center contamos con profesionales que te van a poder ayudar a trabajar en tu camino hacia la sanación para que vivas plenamente, dejar atrás el sentirse como una víctima y convertirse en un sobreviviente! Se puede comunicar con el Resiliency Center via telefónica al 702-455-AIDE (2433) o mandando un correo electrónico. Asegúrese de visitar la página de nuestro Calendario para descubrir sobre eventos gratuitos en línea y en persona para ayudarle en su camino a la sanación.